sábado, julio 05, 2008

Physique Amusante

Hoy completé el Physique Amusante, el moleskine de cubiertas de cartón que me enviaste de São Paulo hace poco más de un año. Y lo hice con la desintegración. En términos del vacío, descubrí que no puedo aprehenderla. Intenté de alguna forma desbordar el límite. Borrarlo. Estar ahí en la escritura. Pero sabes que no puedo hacerlo porque al disponer los recursos, la desintegración desborda la materialidad, transformándola en obra, en quintaesencia, por ponerlo en términos físicos. Materia excéntrica, al igual que los sentimientos, de un momento a otro aparece para transformar. Estoy aquí ahora en tu mente, decodificado, luego desapareceré. La cauda te impulsará a ser corriente. Olvidarás para estar en otro instante, con más recuerdos y sensaciones que serán contrastadas con lo que te otorguen los demás. Esta vibración que nace del encuentro entre tantas dimensiones del espacio y la palabra que las bordea, las conecta, las comunica entre ellas y tú, es la esencia de la poesía: todo lo que la poesía transmuta en texturas, en pliegues, en sonoridades, es la gracia del lenguaje. Por eso el poema como vehículo no puede ser restringido al ámbito de la palabra sino que hay que expandirlo a todos los ámbitos de la experiencia estética. A medida que avanzaba en la escritura del moleskine fuí dándome cuenta de qué manera iba desbordando el vehículo, desintegrándolo y, al hacerlo de esa forma, me desintegraba a mí mismo, haciendo que cada vez la escritura fuera más exigente en cuanto a la disolución del espacio, los silencios y las señales, en un proceso constante y vertiginoso de expansión que me ha conducido a pensar sobre los roles del poeta en estos tiempos. Descubro que no soy publicable en el formato clásico, dado que a cada momento estoy en otro ámbito estético, más plástico y sonoro, desde el cual escribo las señales, lo cual me emparenta con el azaroso golpe de dados en cuyo plan había una revisión ontológica a todo el universo y al vehículo lingüístico más apropiado para abordarlo: la página en blanco. Mas no la página que soporta este texto, ni mucho menos la que puedo palpar en el Physique, o en alguno de los otros cuadernos que he completado a lo largo de este regreso, sino aquella inmaterial y desmedida a través de la cual transcurren nuestras vidas: el universo como tal espacio de signos en incesante transformación.

"Creo que un poema sobre el espacio vacío podría ser sublime", cita Calvino a Lichtenberg cuando describe los diversos rayos que conforman la multiplicidad com tema de escritura para este milenio que ya inició. En uno de esos rayos, o caudas, las cuales son posteriores y se disgregan dejando esas estelas que tus ojos perciben en el instante, he constituido mi esfuerzo, mi propio vacío.

Gracias a tí por darme la mano y lanzarme.








¡Hágase el baile,
comience el dialogar de los cantos!

No es aquí nuestra casa,
no viviremos aquí,
tú de igual modo tendrás que marcharte.


Nezahualcóyotl



Aquí Physique: http://www.flickr.com/photos/28301299@N04/


Desintegración 2 parte: 0:00 del 9 de julio de 2008

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