Los hijueputas del palacio

Los hijueputas del Palacio /encontré la frase una noche

puesta ahí

como si nada / seguiste derecho

mascullendo información

Pero tu memoria debió estar más despierta que tú /sé

que no tienes la culpa

de esos sampleos cognitivos/

Esos mismos hijueputas

Torturados Desaparecidos Ejecutados

Sepultados una minoría e incinerados una mayoría

Por otros ijueputas

Cebados Bienpensantes Fariseos

que sostienen los pilares de la patria

y sonríen entre dientes profesando el final de la insurgencia y la rebeldía

con perversa lógica que incrementa la siembra de las minas /me he dedicado

a escribir

con el periódico/

Y no hay indignación más severa

al verlos condecorados alzando sus carnestolendas sobre huesos mancillados

mezclando sus cenizas de tabaco con el hollín de la carne y el hueso mestizo

multiplicados como plaga por el aura estroboscópica de los medios

eco de disparos secos tasajos de las carnes que comemos con las papas sembradas en ese huerto

malparidos ijueputas

golpeando pisoteándolo todo

piltrafas erectas penetrando entrañas anodinas

por no cederle al otro ijueputa que rememora orgulloso como salvó la patria

de los hijueputas que hoy son nombre

y cifra

mentadas sin ningún insulto

en informes escolares

que publican en la prensa

Perteneciente a La Horrible Noche

¡Hágase el baile,
comience el dialogar de los cantos!

No es aquí nuestra casa,
no viviremos aquí,
tú de igual modo tendrás que marcharte.


Nezahualcóyotl