La verdad nunca puede decirse de modo que sea comprendida sin ser creída.
Proverbios del Infierno, William Blake.
Bienvenidos al blog de Hijo del fuego. Termina marzo y hay más de un puñal enterrado en el vientre de César. Bruto comtempla, Marco Antonio ríe. Así ha sido, así fue. Entrego a ustedes tres poemas, dos de ellos escritos durante este mes ( Refundación del credo y Credo), así como una revisión de un poema del libro Sentimental journey, La soledad. Para aquellos que conocieron el poema en una versión temprana habrá sorpresas en cuanto al cambio del enunciatario y del enunciador; para aquellos otros que se acercan por primera vez conocerán una variante de una obsesión que me acompaña: la presencia en la ausencia en el hombre. En cierta medida, la tecnología permite que nuestra escritura, al igual que nuestra memoria, sea un palimpsesto sobre el cual podemos ahondar las trazas que alguna vez marcamos. Por eso, revisar Soledad (sin el articulo)y colgarlo en la bitácora es, antes que cualquier otra cosa, un homenaje a los peregrinos y a los amores. Es por eso, además, que esta entrega está signada por la amistad, único asiento del desarraigado.
Inicia abril. Habrán otras entregas. Un abrazo a los peregrinos, a los convictos, a los cómplices, a los presidiarios, a las rameras, a los fariseos, a los hipócritas, a los ladinos y, sobre todo, a los traidores y a los inconsecuente porque de ellos devendrá la defenestración del paraíso.
Jonás Vergara
Marzo 31 de 2006
uno cómplice...
ResponderBorrarum abraço...