Bella como la rosa negra oculta en el plexo solar de Dios
Turgente como la brisa marina acariciada por el crepúsculo
Adorada como la sombra de nuestros pecados que son nuestra marca para reconocernos en la angustia
Secreto rocío de la última madrugada en que nos encontramos
Dicha rememorada
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