Reiterada. Repetida. La ofensa
mantiene el fiel de la balanza
entre el odio y la injusticia,
el hambre y la codicia
la frustración y la alegría.
No pongas la otra mejilla.
No invoques, pusilánime, la misericordia
o el perdón – como si merecieras aún más
por obra del hado, la gracia o el destino.
mantiene el fiel de la balanza
entre el odio y la injusticia,
el hambre y la codicia
la frustración y la alegría.
No pongas la otra mejilla.
No invoques, pusilánime, la misericordia
o el perdón – como si merecieras aún más
por obra del hado, la gracia o el destino.
Que sea el acto contundente, preciso ,
directo, lo que devuelvas
cuando te ofendan,
que revoque cualquier licencia
directo, lo que devuelvas
cuando te ofendan,
que revoque cualquier licencia
y
sobre todo
que deje en claro
que la ofensa no se limpia ni se guarda,
se atesora:
cada golpe, cada infamia, cada calumnia,
sean puntuales motivos
para que las armas de la ira
mantengan en equilibrio
la violencia.
sobre todo
que deje en claro
que la ofensa no se limpia ni se guarda,
se atesora:
cada golpe, cada infamia, cada calumnia,
sean puntuales motivos
para que las armas de la ira
mantengan en equilibrio
la violencia.
Este en especial me ha gustado.
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario.
ResponderBorrarEsta es una casa de palabras, se bienvenida en ella.
Piensa en ti, priemro tu, segundo tu y tercero tu... recuerda na die peinsa en uno ni se preocupa como uno mismo.
ResponderBorrarExcelente poema!!!!
Así será.
ResponderBorrarMuchas gracias por la bonita energía y los comentarios.
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Felicidad por siempre.